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La violencia contra la mujer es uno de los problemas públicos más serios que el Perú enfrenta. El elevado número de ataques de género cometidos en los últimos años es la prueba de que no se trata de un fenómeno episódico, sino de un rasgo estructural negativo de nuestra sociedad.
El 2019 registró una de las cifras de feminicidios más altas que superaron los 160 casos y en el primer mes del 2020 19 mujeres han sido asesinadas, en su mayoría por hombres con quienes mantenían o mantuvieron una relación sentimental. Si la tendencia de enero se mantiene, al final del presente año habría una cifra récord de violencia de este tipo.
Frente a ese problema y en el marco de la estrategia integral desplegada para combatir los ataques machistas, el Poder Ejecutivo promulgó el Decreto de Urgencia N° 023-2020, que otorga a las personas el derecho de conocer los antecedentes policiales de su pareja sentimental o de aquella con la que ha previsto el inicio de ese tipo de relación.
En virtud de este decreto, una mujer puede solicitar ante la autoridad competente información sobre los antecedentes policiales de su pareja respecto a casos de feminicidio, lesiones, violación sexual, tocamientos o actos de connotación sexual en agravio de menores, acoso sexual, secuestro, trata de personas, explotación sexual, esclavitud, favorecimiento de la prostitución, entre otros.
En caso de que esta búsqueda encuentre antecedentes por los ilícitos mencionados, la solicitante puede tomar medidas para salvaguardar su integridad física o psicológica.
La disposición está concebida como una herramienta para prevenir la violencia de género, pues permite tener acceso a información útil para conocer de antemano si la persona con la cual ha iniciado o está por iniciar un vínculo sentimental, presenta antecedentes por delitos graves.
Especialistas han advertido que este decreto generaría una “tensión de derechos” en la medida de que fomentaría una colisión entre el derecho a la privacidad de una persona y el de conocer con quien se inicia una relación de pareja. En ese contexto, la norma antepone apropiadamente la urgencia de crear todas las herramientas legales necesarias para prevenir la violencia machista, no sin antes establecer pautas respecto a quiénes pueden solicitar la información y en qué casos específicos.
Creemos que el contenido de este decreto es positivo si se considera el contexto en el cual ha sido aprobado y la envergadura del problema que busca enfrentar. La prevención también es una variable que puede contribuir a frenar los feminicidios.
Sin embargo, es apropiado recalcar que la solución definitiva demanda un cambio cultural y una revolución que derrumbe la mentalidad machista que empuja a algunos hombres a pensar que las mujeres, por el solo hecho de su género, pueden ser violentadas.
Este cambio es posible y la educación con enfoque de genero impulsada por el Ejecutivo, por medio del Ministerio de Educación, está llamada a ser una herramienta clave al tener como objetivo formar a los peruanos del futuro sin estereotipos machistas, eliminar las brechas entre hombres y mujeres e impulsar criterios de igualdad, tolerancia y no discriminación.