La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Gloria Montenegro, lanzó la campaña Violencia disfrazada de amor, cuya finalidad es poner en evidencia las expresiones de masculinidad errónea y motivar su rechazo colectivo, con el propósito de evitar casos de agresiones contra la mujer.
Dicha iniciativa incide en que esas expresiones, empleadas usualmente en las relaciones de pareja insanas, son una demostración de la violencia de género que aún existe en nuestra sociedad, una lacra responsable de diversas atrocidades contra la mujer.
La academia define este tipo de agresión –no solo física, sino también indirecta, simbólica y psicológica– como una violación a los derechos humanos y uno de los principales escollos para lograr una sociedad justa e igualitaria.
La nuestra es una sociedad afectada por este flagelo y aún hay mucho que trabajar para erradicarlo. De acuerdo con el informe Los feminicidios y la violencia contra la mujer en el Perú, 2015-2018, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el 2018 se registraron 150 casos de feminicidio, cifra que alcanzó una tasa de 0.9 muertes por cada 100,000 habitantes.
Asimismo, en el 46.2% de casos, el feminicidio fue causado por la pareja o conviviente, mientras que el 23.4% lo ocasionó la expareja o exconviviente. Según el informe estadístico, en el 63.2% de los casos la violencia fue ejercida alguna vez por el esposo o conviviente y el tipo de violencia más común fue la psicológica (59.9%).
Las cifras justifican que nuestras autoridades aborden este problema con alta prioridad. Un Estado como el peruano, que aspira a consolidar su democracia, institucionalidad y promover relaciones de equidad y justicia entre todos, no puede tolerar ni ser permisivo con la violencia hacia las minorías o los sectores vulnerables, como las mujeres víctimas de maltrato.
Por ello, es importante toda acción que nuestro Estado ejecute para frenar este flagelo cuanto antes. La campaña Violencia disfrazada de amor se orienta a contribuir con este objetivo. Según la ministra Montenegro, la iniciativa busca poner en evidencia la conducta insana que se ejerce dentro de una relación de pareja con frases tipo “revisa mis redes sociales porque se preocupa por mí”.
La representante del Estado subrayó que estas expresiones en realidad encierran actitudes de control que se instauran en la mentalidad de los afectados como normales debido al sometimiento.
Si bien la opinión pública ha comenzado a tomar más atención a este tema, es conveniente insistir en campañas educativas que pongan en relevancia su real dimensión.
Es necesario también el respaldo de todos los sectores sociales, políticos y económicos a esta cruzada. Los medios de comunicación, por ejemplo, tendrían que hacer un esfuerzo mayor por desterrar de sus programaciones todo tipo de contenido que contribuya a mantener las expresiones de violencia de género y discriminación de cualquier índole y, por el contrario, difundir los esfuerzos para promover una sociedad más igualitaria.
Esperamos que esta campaña del Mimp sea exitosa y pronto arroje resultados positivos en la disminución de la violencia ejercida contra las mujeres de nuestro país.